Privilegio blanco

El privilegio blanco es el privilegio social que beneficia a las personas blancas en algunos países, en comparación con lo que comúnmente experimentan las personas no blancas en las mismas circunstancias sociales, políticas y/o económicas. Es un concepto utilizado en perspectivas académicas, como en la teoría crítica de la raza y en los estudios de la blanquitud, para analizar cómo el racismo y las sociedades racializadas afectan las vidas de las personas blancas o de piel blanca.

Según Peggy McIntosh, los blancos en las sociedades occidentales disfrutan de ventajas que los no-blancos no experimentan, como "un paquete invisible de activos inmerecido". El privilegio blanco denota ventajas pasivas tanto obvias como menos obvias que los blancos pueden no reconocer que tienen, lo que lo distingue de los prejuicios o prejuicios manifiestos. Estas incluyen afirmaciones culturales del propio valor; la presunción de un estatus social mayor y la libertad de circulación, compra, trabajo, juego y hablar libremente. Los efectos pueden ser vistos en contextos profesionales, educativos y personales. El concepto de privilegio blanco también implica el derecho a asumir la universalidad de las propias experiencias, marcando a los demás como diferentes o excepcionales, percibiéndose a uno mismo como normal.[1][2]

El concepto ha atraído atención así como oposición. Algunos críticos dicen que la expresión utiliza el concepto de "blancura" como proxy para la clase u otro privilegio social o como distracción de problemas de fondo más profundos de desigualdad.[3][4]​ Otros afirman que no es que la blancura sea un proxy, sino que muchos otros privilegios sociales están interconectados con ella, lo que requiere un análisis complejo y cuidadoso para identificar cómo la blancura contribuye al privilegio.[5]​ Críticos del concepto del privilegio blanco también propone definiciones alternativas de blancura y excepciones a o límites de la identidad blanca, argumentando que el concepto de privilegio blanco ignora diferencias importantes entre subpoblaciones blancas e individuos y sugiere que la noción de blancura no puede incluir a todos los blancos.[6][7]

  1. Vice, Samantha (7 de septiembre de 2010). «How Do I Live in This Strange Place?». Journal of Social Philosophy 41 (3): 323-342. doi:10.1111/j.1467-9833.2010.01496.x. 
  2. Martin-McDonald, K; McCarthy, A (January 2008). «'Marking' the white terrain in indigenous health research: literature review.». Journal of advanced nursing 61 (2): 126-33. PMID 18186904. doi:10.1111/j.1365-2648.2007.04438.x. 
  3. Arnesen, Eric (October 2001). «Whiteness and the Historians' Imagination». International Labor and Working-Class History 60: 3-32. 
  4. Hartigan, Odd Tribes (2005), pp. 1–2.
  5. Blum, Lawrence (2008). «'White Privilege': A Mild Critique1». Theory and Research in Education 6 (3): 309-321. doi:10.1177/1477878508095586. 
  6. Forrest, James; Dunn, Kevin (June 2006). «'Core' Culture Hegemony and Multiculturalism». Ethnicities 6 (2): 203-230. doi:10.1177/1468796806063753. 
  7. Blum, L. (1 de noviembre de 2008). «'White privilege': A Mild Critique». Theory and Research in Education (SAGE Publications) 6 (3): 309-321. doi:10.1177/1477878508095586. 

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